Mª José Núñez López
Celia Vinuesa Sevilla
Inmaculada Muñoz Quesada
A pesar de lo delicado del tema que vamos a tratar y de la diversidad de opiniones que existen al respecto, a día de hoy ya es difícil encontrar a alguien que no reconozca que nos encontramos ante una situación de crisis económica, y lo que es peor, tampoco es fácil encontrarse con opiniones optimistas ante esta situación.
Por otro lado, y antes de profundizar en el tema, tenemos que reconocer, pues sería absurdo no hacerlo, que la mayoría de la información que nos llega referente a esta crisis, está condicionada por los ideales políticos y las intenciones que persiguen los emisores. Aun así, intentaremos ser lo más objetivos posible y dejar de lado el trasfondo ideológico.
La caída del PIB. (Producto Interior Bruto) y el aumento de las tasas del paro (más de 800.000 desempleados en un año) han sido el detonante que han encendido las alarmas sobre la situación económica en España. Sorprende la rapidez con que se ha producido, pues aseguran los expertos que el deterioro de la economía es de tal calibre que España se encuentra ahora a niveles muy cercanos a la última recesión, que en 1992 y 1993 encadenó cuatro trimestres de caída del PIB. y destruyó más de un millón de empleos.
Aunque la economía española está mejor preparada ahora que en 1993 (tal y como asegura José Antonio Vega, subdirector del diario económico Cinco Días), también tiene puntos en contra que hacen que su situación sea más preocupante que en otros países europeos. El crecimiento se estanca, la inflación se dispara, los tipos de interés suben, el desempleo aumenta y la confianza se desploma.
Dicen algunos expertos que la crisis lleva siendo anunciada desde hace más de un año, pues ya entonces se dejaban ver las causas que nos llevarían a esta situación entre ellas, algunas como el aumento de los precios de los alimentos básicos, el incremento del precio del crudo(rozando los 100 dólares el barril), las tasas de infracción cercanas al 4%, el aumento de
Aunque lo cierto es que la problemática radica en que esta crisis viene dada a nivel mundial, nosotros no somos la principal causa aunque afecte a nuestro país, son los mercados internacionales de los que formamos parte los que nos hacen estar inmersos en esta situación. La razón germinal de la crisis en España y en Europa hay que buscarla en la ineficaz actuación de las gigantescas maquinarias en que han degenerado los Estados.
Lo que sí que está claro es que el problema se deja ver en todos los sectores de la sociedad. Pues a día de hoy, el 93% de los españoles se siente afectado por la crisis económica. La economía y el desempleo son los problemas que más preocupan a los ciudadanos españoles, además son muchos los datos que contribuyen al pesimismo, como por ejemplo los recortes anunciados en los últimos Presupuestos del Estado para el próximo año, los datos que recogen que es muy probable que el 40% de los hogares españoles entren en algún momento en situación de pobreza y, sobre todo, la perspectiva futura de que lo peor está por venir, pues tal y como anuncia el vicepresidente y ministro de economía, Pedro Solbes, es a finales de este año cuando tocará fondo la economía española.
Lo cierto es que, a día de hoy, ya notamos los efectos en todos los sectores, la vivienda (algo cada vez más inaccesible por la subida de los tipos de interés), el consumo, los mercados, el turismo (que lejos de lo que pueda parecer, cada vez acusa más esta crisis), hasta los colegios, que en el caso de los privados ven recortadas las plantillas y los presupuestos, y aumentadas las listas de morosos.
Por otro lado están las últimas noticias, un poco más alentadoras, pues en los últimos días se ha notado una ligera caída del Euribor (los tipos de interés), lo que se hará notar en el precio de las hipotecas, parece que los bancos se empiezan a fiar más los unos de los otros y el precio del crudo ha bajado hasta cotas que no se registraban desde hacía un año y medio. Sin embargo, parece ser que esta última noticia no es tan buena como parece, pues los principales productores de petróleo disminuirán el volumen de producción para así encarecer el precio de nuevo.
Lo que sí parece estar claro es que esta situación todavía no ha dicho adiós, aunque no se pueda cuantificar cuánto tiempo durará la crisis, parece que una fecha aproximada sería finales de 2009, para empezar a recuperarnos en el 2010. Y es que como dicen algunos; cuando ha sido tan grande la borrachera, la resaca tiene que ser del mismo tamaño, y eso es lo que aseguran le ha pasado a la economía española que ha tenido en los últimos años una fase de crecimiento muy vigorosa, pues una vez arriba, solo queda bajar.
Pero seamos optimistas y quedémonos con el lado bueno, ya que el malo no hay que buscarlo demasiado. Aunque esta situación traiga muchas y malas consecuencias, pueden hacer reflexionar y mejorar ciertos aspectos de nuestro país que no funcionan bien y seguir en la buena línea con aquellos que sí lo hacen. Si bien a veces, para que las cosas se pongan bien, antes han de empeorar.
Fuentes:
-Prensa escrita( diversos periodicos y revistas específicas).-Televisión.
-Internet.
Artículo realizado por: Inmaculada Muñoz, Mª José Núñez y Celia Vinuesa.
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